Activar la flexibilidad en Europa podría ahorrar hasta 29.100 millones de euros anuales en redes

Un informe de la asociación SmartEN advierte que la activación total de la flexibilidad de la demanda podría reducir drásticamente los costos de refuerzo de la red, evitar la reducción de las energías renovables y eliminar la necesidad de construir 137 centrales eléctricas de gas para 2030.
septiembre 19, 2025
Europe
Activar la flexibilidad en Europa podría ahorrar hasta 29.100 millones de euros anuales en redes
By Milena Giorgi

By Milena Giorgi

La asociación SmartEN , que agrupa a empresas que ofrecen soluciones flexibles de gestión de la demanda, presentó un informe sobre el estado de la implementación de las disposiciones europeas que regulan la flexibilidad en los 27 Estados miembros. El documento destaca el valor estratégico de este recurso para garantizar la estabilidad de la red y optimizar las inversiones.

El análisis indica que, para 2030, la activación completa de la flexibilidad podría generar un ahorro anual de entre 11 100 y 29 100 millones de euros en refuerzos de la red , evitar la reducción de 15,5 TWh de energías renovables y reducir la generación máxima en 60 GW , lo que equivale a la construcción de 137 centrales eléctricas de gas . Además, los consumidores que activen directamente su flexibilidad podrían ahorrar más de 71 000 millones de euros en sus facturas de electricidad cada año .

SmartEN define la flexibilidad de la demanda como la capacidad de cualquier consumidor activo de ajustar en tiempo real su consumo, almacenamiento o generación según las señales externas del sistema energético. Este enfoque transforma a los usuarios de actores pasivos a actores activos en el mercado eléctrico.

El informe identifica siete barreras que limitan el despliegue de este modelo en Europa:

  • Falta de adquisición de flexibilidad basada en el mercado por parte de los operadores de red.
  • Restricciones a la participación de recursos descentralizados en los mercados energéticos.
  • Despliegue insuficiente de tecnologías que permitan que edificios, vehículos e industrias se conviertan en activos flexibles.
  • Acceso limitado de los usuarios a las señales de precios.
  • Ausencia de marcos para fomentar servicios innovadores y comunidades energéticas locales.
  • Disponibilidad y compartición limitadas de datos energéticos esenciales.
  • Falta de valoración de la flexibilidad en la planificación del sistema eléctrico.

La asociación subraya que la legislación europea ya incluye 70 disposiciones que abordan estos obstáculos, distribuidas en seis marcos regulatorios, como el Diseño del Mercado Eléctrico , la Directiva sobre Energías Renovables , la Directiva sobre Eficiencia Energética y la Directiva sobre el Rendimiento Energético de los Edificios . El reto ahora reside en acelerar su implementación con urgencia y ambición.

Según el informe, la flexibilidad es un componente esencial para abordar los desafíos actuales del sistema eléctrico europeo: la creciente congestión de la red de distribución, el aumento del volumen de energías renovables, picos de demanda más pronunciados y una mayor volatilidad de precios. Sin este recurso, advierte SmartEN, la transición energética será más costosa, menos eficiente y más dependiente de los combustibles fósiles.

La hoja de ruta propuesta por la asociación enfatiza que los GRT y los GDR deben actuar como facilitadores neutrales , proporcionando servicios de flexibilidad a través de mercados transparentes y competitivos. También recomienda acelerar la creación de mercados locales de flexibilidad , que aprovecharían los recursos descentralizados y brindarían nuevas oportunidades de negocio para consumidores, agregadores y empresas tecnológicas.

SmartEN concluye que la flexibilidad no es solo un concepto técnico, sino un cambio de paradigma en la gestión de los sistemas eléctricos. Su implementación, argumenta, reducirá costes y emisiones, y aumentará la resiliencia del sistema energético europeo.

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