El Ministerio de Minas y Energía (MME) de Brasil abrió la consulta pública para reglamentar su histórica primera subasta dedicada exclusivamente a sistemas de almacenamiento de energía en baterías (BESS), denominada “LRCAP 2026 – Almacenamiento”.
La propuesta, que estará en consulta durante 20 días en el portal Participa Mais Brasil, tiene por objetivo fortalecer la seguridad y continuidad del suministro eléctrico nacional. Para ello, se integrarán sistemas capaces de entregar potencia confiable de manera flexible, bajo despacho centralizado por parte del Operador Nacional del Sistema Eléctrico (ONS).
“El despacho de recarga y descarga será centralizado por el ONS, con el fin de garantizar la optimización operativa y la previsibilidad sistémica”, informa el MME.
Y tal como adelantó Energía Estratégica meses atrás (ver nota), solo podrán participar sistemas con una potencia mínima de 30 MW, capaces de entregar su máxima potencia por hasta cuatro horas diarias y recargarse completamente en un plazo máximo de seis horas. Además, deberán acreditar una eficiencia ida y vuelta igual o superior al 85 %.
Los adjudicatarios firmarán contratos de reserva de capacidad (CRCAP) con un horizonte de 10 años, comenzando el suministro el 1 de agosto de 2028. Estos contratos prevén el pago de una receta fija anual, distribuida en cuotas mensuales y actualizada por el índice IPCA.
Y aquellos proyectos adjudicados tendrán derecho a una Receta Fija anual, pagada en 12 cuotas mensuales y ajustada por el Índice Nacional de Precios al Consumidor, condicionada al desempeño operativo del sistema.
En términos económicos, la energía utilizada para recargar las baterías y la que se inyecte al sistema será liquidada en el Mercado de Corto Plazo (MCP) al Precio de Liquidación de Diferencias (PLD).
La diferencia resultante será cubierta por la Cuenta de Energía para la Capacidad de Reserva (CONCAP), evitando impactos tarifarios imprevistos. De este modo, el esquema busca equilibrar los ingresos de los operadores con la eficiencia sistémica.
Los sistemas BESS también podrán ser utilizados como instrumentos de flexibilidad operativa, mitigando rampas de carga y reduciendo vertimientos en momentos de alta generación renovable.
Un cambio de paradigma para el sistema eléctrico brasileño
La publicación de esta ordenanza corona una discusión que viene madurando desde el año 2024. Originalmente, la subasta había sido proyectada para el 2025, bajo la Ordenanza N° 812/2024, que también fue sometida a consulta pública.
No obstante, el proceso se postergó hacia 2026 para incorporar ajustes normativos esenciales, considerando que durante 2025, el sector energético brasileño se volcó al debate sobre la regulación del almacenamiento.
Un punto clave ocurrió en agosto, cuando la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (ANEEL) publicó una nota técnica que sintetiza el consenso sectorial sobre la integración del almacenamiento como activo de red. La propuesta establece su incorporación en tres ciclos regulatorios, con foco en uso de red, tarifas y condiciones operativas.
Uno de los aspectos centrales es el tratamiento de los SAEs como usuarios del sistema eléctrico, con reglas claras para acceder y operar bajo contratos de uso del sistema de transmisión (CUST) y distribución (CUSD). A esto se suman ajustes tarifarios específicos para instalaciones co-localizadas, aplicando la tarifa mayor entre consumo e inyección, con reducciones de hasta 15 % cuando no coinciden con los picos de carga.
También se proyecta una regulación diferenciada para eventos de “constrained-off” y curtailment, cuyo objetivo es minimizar los vertimientos de generación renovable por restricciones técnicas. Estas señales refuerzan el posicionamiento del almacenamiento como herramienta clave para alinear oferta y demanda en tiempo real.
La expectativa del sector ahora está puesta en el despliegue del LRCAP 2026 – Almacenamiento, una iniciativa que convierte al almacenamiento en pieza estratégica del Sistema Interconectado Nacional (SIN).
La subasta está prevista para abril de 2026, y se perfila como un momento bisagra para el desarrollo masivo de tecnologías de almacenamiento. Brasil entra así en la nueva era de redes eléctricas inteligentes y resilientes, con una política pública que reconoce el valor del almacenamiento como infraestructura crítica para el futuro energético del país.













