La implementación de tecnologías de almacenamiento con baterías (BESS) se posiciona como una necesidad estratégica para la descarbonización y modernización del sistema eléctrico panameño. No obstante, la falta de un marco regulatorio específico impide su integración plena a las licitaciones energéticas y limita su potencial para brindar estabilidad y eficiencia a la red.
“La regulación del almacenamiento energético requiere una metodología concisa que equilibre el cumplimiento normativo, los detalles técnicos y la eficiencia en la descarbonización de la matriz eléctrica”, manifestó la profesional en energía y clima, Rosilena Lindo Riggs.
El almacenamiento con baterías es una herramienta clave para garantizar la seguridad y confiabilidad del sistema eléctrico. Lindo Riggs sostuvo que los BESS son fundamentales porque permiten regular la frecuencia, recortar picos de demanda y asegurar el arranque en negro, funciones esenciales en una red moderna. “Los sistemas de almacenamiento de energía con baterías son parte clave de la matriz diversificada y resiliente del presente y futuro”, destacó.
Pero para que el almacenamiento cumpla ese rol estratégico, es imprescindible que el Estado promueva condiciones adecuadas. “Se requiere innovación desde las instituciones públicas del sector energético, las organizaciones y empresas privadas y la construcción de infraestructura de punta”, indicó.
Actualmente, el principal obstáculo es la falta de una regulación técnica y normativa que habilite al BESS a participar activamente en el Sistema Interconectado Nacional. Lindo Riggs remarcó que es necesario que la entidad reguladora del sector eléctrico adopte un procedimiento claro para evaluar el estado de flexibilidad del sistema y los requisitos mínimos necesarios. “Es necesario que se estipule con claridad un reglamento para la participación de las tecnologías de almacenamiento desde la generación”, explicó. Además, señaló que deben publicarse informes regulares sobre la flexibilidad del sistema eléctrico, lo cual permitirá entender la necesidad real de integración de almacenamiento y orientar la planificación técnica.
Además, señaló que deben publicarse informes regulares sobre la flexibilidad del sistema eléctrico, lo cual permitirá entender la necesidad real de integración de almacenamiento y orientar la planificación técnica.
Lindo Riggs también advirtió sobre la falta de un cronograma oficial de licitaciones, lo cual limita la planificación del sector y debilita las señales de política pública. “Nos está haciendo falta un documento que oficialice el cronograma de licitaciones”, planteó, y propuso que este podría concretarse a través de una resolución de la Secretaría Nacional de Energía (SNE), publicada en la Gaceta Oficial.
En ese sentido, subrayó que sería fundamental adendar el pliego de cargos de la licitación de octubre para enero e incluir los sistemas de almacenamiento de energía con baterías. “Eso sería lo primero para darle sustento como política pública a lo indicado por el actual secretario”, sostuvo.
Uno de los grandes desafíos técnicos es definir cómo se integrarán los BESS a las redes de transmisión o distribución. Para ello, la profesional sostuvo que se deben establecer los códigos de seguridad, pruebas de verificación de rendimiento y procedimientos de puesta en servicio. “Importante es definir en la regulación cómo se llevaría a cabo su integración con redes de transmisión o distribución, cuáles serían los códigos de seguridad a aplicar, y cuáles serían las pruebas de verificación de rendimiento que se aplicarían a los BESS a instalar en Panamá”, puntualizó.
La transformación del sistema no puede depender solo de los actores técnicos o del sector privado. Lindo Riggs llamó al Poder Ejecutivo a liderar el proceso, promoviendo la implementación de nuevas tecnologías como el almacenamiento. “Desde el poder ejecutivo se requiere promover la implementación de nuevas tecnologías y procesos para mantener la seguridad y confiabilidad del Sistema Interconectado Nacional”, afirmó.
Para ella, esta transformación no solo es técnica, sino también estratégica: se trata de construir una economía basada en innovación y energías renovables, donde el almacenamiento tenga un rol protagónico.
Panamá se encuentra ante una oportunidad histórica para transformar su sistema eléctrico mediante la integración de tecnologías como el almacenamiento con baterías. Pero para ello, es urgente avanzar en una regulación clara, técnica y actualizada que permita su despliegue con garantías.
Como resumió Rosilena Lindo Riggs, “el almacenamiento de energía es fundamental para la construcción y operación de redes eléctricas modernas”. Sin reglas claras, su potencial quedará subutilizado en un contexto que exige soluciones cada vez más resilientes, limpias y eficientes.













