La transición energética en Chile está atravesando una transformación acelerada. La masificación de sistemas de almacenamiento BESS (Battery Energy Storage Systems) está mostrando no solo avances técnicos, sino impactos concretos en el mercado mayorista.
Uno de los datos más relevantes es la caída de hasta USD 100/MWh en el costo marginal durante las horas solares, efecto atribuido directamente a la presencia creciente de estas tecnologías en nodos clave del sistema.
“La instalación de sistemas BESS redujo casi USD 100/MWh el costo marginal solar en algunas subestaciones de Chile”, manifestó el ministro de Energía, Diego Pardow, durante su intervención en la X Semana de la Energía, que lleva adelante la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE).
“Disminuir cerca de US$100/MWh el costo marginal, y estabilizar los ingresos en el mercado mayorista, es un cambio en las reglas del juego para cualquiera que se dedique a desarrollar proyectos. Es un salto de productividad”, agregó.
Desde su perspectiva, esta evolución marca un giro decisivo en la dinámica de la transición energética, pasando de tener un obstáculo en la transición a un aliado en los planes de carbono neutralidad del país.
El ministro también remarcó que el país alcanzará 2 GW de almacenamiento en operación para enero de 2026, cifra que representa un adelanto de cuatro años sobre la meta oficial fijada para 2030.
La expansión es aún más significativa si se contempla la cartera de proyectos en fase de construcción: “Si miramos las declaraciones de proyectos de almacenamiento en construcción, no solo nos estamos anticipando a la meta del 2030 (2 GW), sino también el objetivo de 6 GW a 2050”.
¿Por qué? Según datos del gobierno, el país andino cuenta con 8 GW de capacidad BESS declarada en construcción, y, de concretarse, superará la meta de las próximas décadas.
Tras la intervención del ministro, el secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía (CNE), Marco Mancilla, profundizó las proyecciones del organismo. Según indicó, la capacidad instalada de almacenamiento en Chile podría alcanzar los 8.606 MW en 2027.
Esta cifra, en términos prácticos, equivaldría a abastecer una porción significativa de la demanda nacional con energía proveniente exclusivamente de baterías. “Se podría estar abasteciendo el 75% de la demanda nacional, solamente con almacenamiento”, señaló Mancilla.
Desde la CNE destacan que este fenómeno es posible gracias a las mejoras regulatorias que ha impulsado el Estado. En particular, Mancilla subraya la modificación del reglamento de transferencia de potencia, que reconoce formalmente a los BESS dentro del mercado eléctrico, incluyendo proyectos stand alone.
Además, anticipa que los ajustes en curso en el marco de la definición de Servicios Complementarios también permitirán mejoras económicas, considerando que ya se encuentra en marcha una versión definitiva de la norma que define la metodología de remuneración de BESS en el mercado de SSCC.
Incluso, un estudio reciente reveló que la incorporación BESS en servicios complementarios permitiría reducir en 2,5% los costos sistémicos y 2,9% los costos de operación del sistema eléctrico chileno, por un monto de USD 43 millones para el año 2026.
Es decir que habilitar los BESS podría significar un gran paso para el sector al haber un beneficio que se puede cuantificar y con ello, demostrar el potencial de las baterías en un sistema eléctrico cada vez más renovable, pero también más desafiante.













